Agar. La extinción de plástico

Las botellas de plástico son uno de los principales elementos que contaminan el planeta, éstas pueden tardar en desaparecer hasta 1.000 años.

Por si fuera poco, este no es el único problema, ya que, en la mayoría de los casos, estos envases son de un solo uso, con lo que el volumen que circula por el mundo es insostenible.

Para resolver este problema, un estudiante irlandés comenzó a investigar las fortalezas y debilidades de los distintos materiales, hasta que encontró uno que tenía las cualidades ideales para ser transformado en una botella de agua. Se trata de “Agar” una sustancia derivada de las algas descubierta en 1650 en Japón. El agar es una especie de gel que permanece de los restos de algas. En 1800 se incorporó a la microbiología como un elemento para separar moléculas y se usa en la alimentación como sustituto vegano a la gelatina.

“Leí que el 50% de plástico se usa una vez y luego es arrojado a la basura, así que siento que hay una necesidad urgente de reemplazar una parte de la cantidad irreal de plástico producido, usado y desechado todos los días,” menciono Ari Jónsson.

El agar cumplía con las mismas características que el plástico: no absorbía el líquido. Y, además, podía desaparecer. Para fabricar la botella, Jónsson mezcló agar en polvo con agua hasta obtener una gelatina consistente. Después la introdujo en un molde que luego sometió a muy bajas temperaturas para obtener el recipiente.

La botella solo comienza a descomponerse una vez se ha usado. Como el propio diseñador ha reconocido, se puede hasta comer.

No cabe duda que con el paso del tiempo las ideas verdes siguen surgiendo, sólo hace falta ver cuánto daño le hacemos al planeta con cotidianas comodidades para ver una solución que sea capaz de hacer menos.

En a3p no nos queda más que felicitar y aplaudir a este brillante estudiante que se atrevió a dar un salto para revolucionar los envases.